Majed al Malki, un habitante de Arabia Saudita rompió el récord y estableció una de las marcas mundiales más extrañas en Guinnes.
Al Malki comió, en 2009, 22 escorpiones venenosos en tan sólo unos minutos para cumplir su objetivo de estar en la lista de récords mundiales.
El récord anterior lo tenía un estadounidense y era de 21 escorpiones.
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